
Es día de mi cumpleaños y último día del mes, cuando se supone que publico mi post mensual. La disciplina se ha ido al traste. No me he dado el tiempo para sentarme a escribir. He dejado que se me vaya de las manos (el texto, el tiempo y la disciplina).
Miro de frente lo que Steven Pressfield llama la Resistencia, esa fuerza que nos detiene y nos sabotea. Cada quien tendrá que enfrentar un tipo particular de Resistencia, con apariencia e «intenciones» distintas. ¿Cuál es la mía? ¿Qué cara tiene? Quizás la de procrastinación, de dejar para última hora lo que debí haber antes, o quizás al contrario, la obsesión de perfección. Cualquier cosa que nos impida cumplir un compromiso con nosotros mismos es Resistencia. Nos resistimos a ser la mejor persona que podemos ser. Es renuencia. Una palabra que hace muchos años que no escucho. Y aun así decido publicar la más imperfecta de todas mis cavilaciones.
Un paso, un solo paso, es mejor que quedarse detenido.
Fanny Díaz





Deja un comentario